La cola de conejo es un adhesivo de naturaleza proteica que se extrae de la piel y del cartílago del conejo.
Usos: Se utiliza en la restauración de muebles, la creación de instrumentos de madera, en la imprimación de lienzos para que la pintura se adhiera satisfactoriamente; como adhesivo en la encuadernación de libros, en la restauración de obras de arte y en la preparación de collages; y como aglutinante en pintura.
Preparación: Primero se hidrata la cola de conejo (50 - 70 g en un 1 L de agua tibia durante unas horas) y posteriormente se calienta al baño María (por debajo de 60 ºC) removiendo para obtener una mezcla uniforme.