La monoetanolamina es un compuesto orgánico.
Usos: Se utiliza como tensioactivo en la fabricación de detergentes, desengrasantes y productos de limpieza ayudando a la formación de una emulsión entre los ácidos grasos y los ingredientes solubles en agua; en la industria cosmética, como tensioactivo y como regulador de pH en jabones, champús, espumas de afeitar, etc.; en la industria del petróleo y del gas, para neutralizar gases ácidos como el sulfuro de hidrógeno y el dióxido de carbono; en la industria, como inhibidor de la corrosión; como agente plastificante en la producción de plásticos obteniendo productos más flexibles; como reactivo en la fabricación de productos químicos y en la síntesis en el laboratorio.
Riesgos: La monoetanolamina provoca quemaduras graves en la piel y lesiones oculares graves, puede irritar las vías respiratorias y es nocivo en caso de ingestión, en contacto con la piel o inhalación. Por ello, se debe manipular con los EPIs adecuados (máscara con filtros para gases y partículas, gafas, guantes, y ropa y calzado adecuados).