El alcohol metílico es el alcohol más sencillo.
Usos: Se utiliza como disolvente para la fabricación de tintas, resinas, adhesivos y colorantes; como anticongelante en los líquidos limpiaparabrisas, para evitar que el líquido de limpieza se congele; como combustible o como aditivo de la gasolina para oxigenarla aumentando su calidad; como solvente o reactivo para la síntesis o purificación de productos en el laboratorio y en la industria.
Riesgos: El líquido y los vapores del alcohol metílico son muy inflamables por lo que se debe mantener alejado de cualquier fuente de ignición. Asimismo, el metanol es tóxico en caso de ingestión, contacto con la piel o inhalación pudiendo provocar daños en los órganos. Por ello, se debe manipular con los EPIs adecuados (máscara con filtros para gases y partículas, gafas, guantes, y ropa y calzado antiestáticos).